martes, 6 de septiembre de 2011

Érase un censo


Hace apenas unos minutos terminé de responder el censo. Honestamente, y lejos del miedo que muchos tienen porque le van a meter damnificados o cubanos en sus casas, quedé con una sensación de inferioridad y vergüenza tremenda. Y de seguro no he sido el único. Dentro de las 69 preguntas hay cosas incómodas que no nos gusta revelar, pero que por mantener la fidelidad del dato estadístico, pues toca soltarlo como si fuera un confesionario.

En mi caso particular, todo comenzó ante la pregunta ¿último estudio realizado? A ver, como explicarle a la chama del censo que sí, terminé la carrera pero estoy terminando la tesis y de paso me faltan unas firmas para entregar el proyecto del Servicio Comunitario, pero que de hecho ya he ejercido como periodista. En fin... muy incómodo.

A continuación el estado civil. Venga, vivo con mi novia, pero no estoy casado con ella, pero estamos en planes... total, que ahí vamos pues. La pregunta del estado civil de hecho es una de las más incómodas. Molesta por igual a la soltera de más de 30, a la que no ha tenido hijos con más de 40, al soltero que vive con la mamá y tiene letra bonita...

¿Trabaja actualmente? Otra pregunta incómoda. Sobre todo en mi caso, cuando no recibo salario, ni pensión, ni renta, ni herencia... Me imagino que la chama se debió quedar pensando ¿y este como es que tiene está tan gordo? ¿cómo compra comida?

A las mujeres de más de 35, lo que sigue en el cuestionario no les gustará. ¿Edad? Y toca decir la verdad. A menos que terminemos siendo el único país del mundo donde todas las mujeres tienen menos de 40 años. Lo preferible es llegar a un acuerdo amistoso con el censador, o decirlo con bastante seriedad para evitar cualquier tipo de reacción jocosa en quien pregunta.

Total que al decirle que no estaba casado, que estaba casi graduado, sin trabajo y sin ningún tipo de ingresos... quedé con una sensación de vacío que ni la pegatina de "CENSADA" podía llenar.

Pero anímese. Aunque su situación sea mala, puede tomarlo como una oportunidad de la vida para salir adelante. Tiene, y tengo, 10 años para en el próximo censo mejorar mi situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario