martes, 18 de agosto de 2015

Cinco rituales INFALIBLES para el amor, dinero, salud, familia y amigos


Bueno, ¿qué más les puedo decir? No ahondaré en la situación actual de Venezuela porque... en fin, que no vale la pena. Por eso he estado buscando cuál puede ser una buena forma de conseguir dinero y preferiblemente sin tener que cercenar o entregar alguna parte de mi cuerpo.

Y descubrí algo muy interesante. En estos tiempos de incertidumbre, la gente busca respuestas. Más en concreto buscan la fórmula mágica que resuelva todos sus problemas, desde los complicados hasta los simples o banales. Pero en ocasiones y en el afán de encontrar luces en el camino nos topamos con charlatanes que a cambio de dinero nos engañan y juegan con nuestra buena fe.

Por eso,  he decidido ser un gurú. ¿Gurú de qué? No importa. Pero esa gente es la que más plata hace hoy en día.

Y para comenzar, voy a compartir con ustedes cinco rituales INFALIBLES (nótese que escribo en mayúsculas porque la cosa es seria), que lo ayudarán para distintos aspectos de su vida. 

No me pague nada, sólo comparto un poco de la sabiduría que me ha hecho darme cuenta, entre otras cosas, que no puedo meterle los dedos al enchufe o que las prostitutas cobran la hora desde el momento del saludo

Ritual para el amor

Para este ritual generalmente le dicen que si sostenga un clavo de olor en una mano por un tiempo determinado, o báñese en esencia de algo para que le llegue el amor verdadero. Pero aquí va un ritual que si funciona.

1- En efecto, sí, báñese.
2- En efecto, sí, póngase una esencia. Un buen perfume, una buena fragancia.
3- Si eres mujer cóloquese una falda o vestido, muestre las piernas. Si eres hombre, póngase una buena camisa (las del Barcelona o Real Madrid déjalas descansar por amor a Dios).
4- Diríjase a un buen bar. Tenga en cuenta que si escatimas en el lugar te expones a que el público que consigas no sea del segmento o estrato deseado. Discotecas no.
5- Converse. Demuestre (o finja) interés por lo que la otra persona le dice. 
6- Flirtea (leí esa palabra en una Cosmopolitan, pero no llegué a ver realmente que significaba. Pero entiendo es una manera bonita de decir "échale los perros").
7- Si la cosa no prospera, te disculpas y te cambias de silla y pasas a la siguiente víctima potencial pareja.
8- Si la cosa prospera... ¡enhorabuena!. Hágale despacio y rico (sí, a eso me refiero).


Ritual para el dinero

Ni incienso, ni arroz, ni granos de mostaza. Aquí va el verdadero ritual para atraer el dinero.

1- Deje de estar leyendo pendejadas en Internet, como este blog.
2- Abre Microsoft Word.
3- Redacte su resumen curricular.
4- Báñese (con agua y jabón).
5- Pónganse, como dicen las mamás, "ropa de vestir".
6- Asista puntualmente a la entrevista y con la mejor actitud.
7- Felicidades. Bienvenido a tu primer día de trabajo.

Te aseguro que el dinero llegará cada quince o treinta días. ¿Cuánto dinero? Nunca dije que te iba a ser millonario. Lo siento.

Ritual para la salud

No es intrusismo laboral señores del Colegio de Médicos. Aquí va un ritual sencillo para mejorar la salud.

1- Levántate de la cama floj@.
2- Póngase ropa deportiva.
3- ¡Corre!

Ritual para la familia

Encontrar la paz en el hogar nunca es una tarea fácil, pero esto te puede ayudar.

1-Si eres mujer, hazte de la vista gorda. Comprende que los hombres no entendemos conceptos como: el fregar los platos a la centésima de segundo después de haber tragado el último bocado, o no dejar la ropa en el primer mueble que se nos cruce por el camino. Somos animales de hábitos, y esos hábitos son parte de nuestro ADN. Además, usted fue el que lo eligió así tal cual. Pudo haberle dicho en el bar que no quería nada con gente floja y desordenada, pero no. Asuma su barranco.

2- Si eres hombre, hazte de la vista gorda. Comprende que las mujeres no entienden conceptos como: la importancia de cada partido de fútbol de cada liga que se juega en el mundo. Un Lyon vs. Montpellier es tan importante como un Madrid-Barcelona, o un Mineros-Tucanes. Así que te van a hablar en esos momentos y, aunque sea molesto, lo mejor en esos casos es decir, "muy bien" (un "muy bien" es la respuesta que mejor se adapta a cualquier situación. Un "ok" es desagradable y puede presumir lo cierto, que es que no le estamos prestando atención).

3- Si tienen hijos, tenga siempre una correa a la vista. Cuando comiencen a correr por la casa, sólo señale hacia el objeto en cuestión. Los niños se transformarán en poco tiempo en guardias del Palacio de Buckingham.

4- Disfrute de la paz en el hogar.

Ritual para los amigos

Si te sientes solo y lo que necesitas son amigos, este ritual es para ti.

1- Ten dinero.
2- Dejad que los amigos vengan a ti.

Espero mis consejos te sirvan y disfruten

martes, 30 de junio de 2015

Donald Trump y Vanessa Senior en: "Lo políticamente (in)correcto"

Foto tomada de Globovision.com (por si acaso...)
En este mundo las pautas de comportamiento son dictadas desde las redes sociales. Poco importa si usted es un ciudadano a carta cabal en el mundo real, respeta el semáforo, cruza por el rayado peatonal, no lanza basura al suelo y hasta si eres voluntario de alguna organización.

Un mal comentario o un episodio desafortunado puede acabar con toda tu reputación, e inmediatamente te conviertes en enemigo público. Porque con la 2.0 se puso de nuevo en boga eso de lo "políticamente correcto".

¿Y qué es lo "políticamente correcto"? Un grupo muy nutrido de histéricos de las redes ha hecho que cada vez sea más complicado estar dentro de los cánones impuestos por una sociedad virtual que se escandaliza por la intolerancia aplicando precisamente eso... intolerancia.

Recientemente, Donald Trump hizo unas declaraciones bastante desafortunadas acerca de los inmigrantes (y más en específico de los mexicanos) en Estados Unidos. El caso ha dado de qué hablar, quizás demasiado. Con tantos problemas y conflictos existentes en Estados Unidos, México y el mundo entero... que las declaraciones de un pendejo (porque más allá del dinero es sólo eso, un pendejo) den tanta tela que cortar forma parte de la condena por salirse de lo políticamente correcto.

No importa si subyacente en sus declaraciones esté una problemática que es real, no en la forma que lo pintó Trump, y que además sea una opinión compartida por una buena parte de los norteamericanos. Sencillamente no existe solidaridad posible ante semejante tropelía cometida por el magnate. En serio... por unas declaraciones.

Parafraseando a Bill Maher -en referencia al tema de Caitlyn Jenner- "hablar del trasero de Kim Kardashian está bien pero hablar de los senos de su papá, no".

En Venezuela la cosa es más complicada, como todo. Y es que la situación que vivimos (elija usted la arista que desee) hace que uno no pueda disfrutar de absolutamente nada por las redes sociales, excepto preocupaciones.

Ejemplo 1 - Tuit, Copa América

@PenalverC: #VamosVenezuela A ganar en esta Copa América
@GuarimberoHistérico: "Por eso estamos como estamos. La gente pendiente de fútbol en vez de luchar por el país".

Ejemplo 2 - Foto en Instagram, reunión de amigos

@penalverc: Con mis panas, reunidos después de cinco años sin vernos #Instapanas #beers #friends #panas #igersccs #igersvzla
@doñadelcafetalsinmaridoninietosquecuidar: "Por eso estamos como estamos. Reúnanse para salir de este rrrrrrrrrrrégimen en vez de estar perdiendo el tiempo. Con esta juventud estamos jodíos".

Ejemplo 3 - Post en Facebook, trabajo voluntario

"Llevando ropa y juguetes a niños de bajos recursos"

Doña del Cafetal Sin Marido Ni Nietos que Cuidar (ahora en FB): "Por eso estamos como estamos. Nojoda, no deberían estar haciendo un coño, que pasen hambre. Seguro las mamás de esos carajitos votaron por Chávez. Que se jodan".

Recientemente Vanessa Senior (no me pregunten quién es, no lo se), protagonizó un video viral donde exigía en un tono muy elevado que le vendieron cuatro pastas dentales. Al final no se trataba de las pastas dentales o la cantidad... la cuestión está que Vanessa defendía lo que por derecho debemos exigir: Libertad. 

Libertad de comprar las pastas dentales que nos dé la gana. De no someternos a ningún tipo de proceso denigrante como colocar una huella o la exigencia absurda de pedir cédula vigente para adquirir algún producto, cuando ni para votar se exige (y vaya que votar es el ejercicio más grande de ciudadanía que hacemos).

Lo trágico del asunto es que muchos han criticado la actitud de Vanessa porque fue "irrespetuosa" con los pobres muchachos de Farmatodo. ¿En serio? ¿Esa es la preocupación del venezolano? Coño saquearon a este país, la cifra de dólares que se han robado en 16 años no la puedo colocar en el post porque los ceros serían infinitos... nos tienen pelando bola, con una mano adelante y una atrás, haciendo colas, cayéndonos a coñazos por lo poco que llega a los supermercados... pero a ti, imbécil, ¿te preocupa es que la niña de Farmatodo iba a terminar en un sicólogo por el terrible daño hecho por Vanessa Senior?. No me jodas... NO ME JODAS...

De nuevo, es el triunfo de lo "políticamente correcto". El triunfo de un conglomerado de alienados que encontraron en la 2.0 la forma de decirle al mundo lo que se debe y no se debe hacer. Los que quieren cambiar a Venezuela, y al mundo, desde sus teclados.

Pero Dios libre que les pidas salir a la calle a manifestarse o a hacer la diferencia. Noooo... su mundo empieza en la tecla "Esc" y termina en el "Intro".

No está permitido tener opinión propia, no está permitido llevar la contrario. Sigamos como vamos, que "por eso estamos como estamos".

viernes, 26 de junio de 2015

Un día quise ser periodista y...

Tras unos meses de vacaciones después de cinco años duros enfrentando la dura transición que es la adolescencia, decidí que era momento de poner manos a la obra. Le comuniqué a mis papás que efectivamente iba a estudiar Comunicación Social. 

Quería seguir los pasos de Ennio Peñalver, quien fuera el primer periodista en denunciar el escándalo del "Sierra Nevada" -tío de mi padre y por ende mío también-. Me hubiese encantado ser el que descubriera los casos, pusiera en evidencia a los poderosos y cumpliera con el servicio público que a fin de cuentas es el periodismo.

Mientras me formaba fui trabajando. Llegaron las primeras oportunidades; radio, prensa. Sentir lo que era la vida de una sala de redacción era lo que siempre había deseado y por poco me cuesta la carrera por el tiempo que dedicaba a trabajar. Estar frente a un micrófono transmitiendo las incidencias de algún partido me hizo recordar esos tiempos de chamo cuando narraba las partidas de futbolito de mis panas de la cuadra, o los juegos de béisbol de mi equipo en los Criollitos (claro, tenía el tiempo para ello porque siempre estaba banqueado).

Al terminar la carga académica, que por la misma dinámica laboral no se tradujo en graduación, decidí tomar nuevos rumbos. Al graduarme, comencé a valorar mis opciones. El sueño de hacer "temblar a los poderosos" se alejó hasta disiparse. ¿Qué ocurrió? Estamos en Venezuela.

Y el periodismo en Venezuela es como el billete de monopolio, no tiene ningún valor comercial. El periodista en los medios es mal pagado y no existe gremio al cual uno refugiarse en caso de agresión. Con un Gobierno que ha cercenado la libertades de expresión e información, hacer periodismo libre es una opción dura e ingrata.

Llegué al periodismo corporativo por mera casualidad, como muchas cosas en mi vida. Me enamoré de las cosas que se pueden hacer desde y por las empresas. Sin embargo, el vacío está ahí. No he cumplido con las metas que me había planteado.

Si algo necesita este país es el periodismo libre e independiente. Que sea capaz de mostrar todas las caras de la moneda y no sólo la que un sector quiere ver. Donde no tengamos que ver a colegas poner sus firmas en diarios que no son más que el reflejo de hasta donde llegan los tentáculos del poder.

Para aquellos colegas que ansían ver una Venezuela donde ejercer el periodismo no sea un delito... ¡Feliz Día del Periodista!

Para los que siguen instrucciones de qué escribir y cómo escribir para complacer a un sector... reflexionen.

martes, 5 de mayo de 2015

Érase un día en la vida de un venezolano


5:30 a.m.- El sol entra por la ventana... pero ¿qué hace el sol tan temprano pegándome en toda la cara? Claro, la media hora aquella que nos quitaron. Hay que ver, esta gente hasta media hora nos robó.

Intento bañarme, no hay agua. Bueno, en realidad agua hay, lo que no hay es luz. En consecuencia la bomba no funciona. "Amor, pásame el tobooooo".

6:10 a.m.- Salgo de la casa, sin desayunar porque la charcutería está muy cara y el poquito que queda es para la cena. "Come cualquier vaina en la calle", dice mi esposa. 

Saco un billete de 100 para pagar la empanada y la malta, y espero. La espera se hace larga mientras el dependiente va transformando el rostro. De la amabilidad del "¿qué te doy papa?", pasa al frío y cortante "falta mi pana". Coño, 120 bolos que se pierden porque la carne mechada parecía untada con aerosol, y eso a las 10 de la mañana no será más que una anécdota para contar a los panas.

6:30 a.m.- 120 bolos más pobre toca ir a trabajar. Gracias Cuarta República por el Metro, la gran solución para Caracas. Como puedo entro a la estación y tras forcejeos varios logro ubicarme en el andén. En el "gusanito" que se hace no logro saber a ciencia cierta si estoy cerca o lejos de montarme.

No importa, llegó un tren vacío. Ante la duda de si montarme o no, un grupo de muy poco amables obreros/pasantes Inces/cajera de Banesco (nada que ver con el comercial), me lanzaron con tal fuerza dentro del tren que casi salgo del otro lado. Pero bueno, ya estoy allí y en minutos estaré en mi destino.

7:30 a.m.- No estoy cerca de llegar a mi destino. Resulta que un débil de espíritu y mente decidió ponerle punto final a su existencia en estas latitudes lanzándose a las vías. Retraso, calor, gente amotinada. Caldo de cultivo para los enfrentamientos de cualquier tipo.

El carajo que tengo atrás quizás no sabe que yo sé que me lo está recostando sin ningún disimulo. Pero no hay escapatoria. Es recostón, o cata de aromas cerca de la puerta. ¿Cómo puede ser humanamente posible oler tan mal a esa hora?

8:20 a.m.- Decidí no seguir creyendo en el "pronto reiniciaremos movimiento" que sugería el operador del tren donde iba. Decidí poner manos a la obra y culo en moto. Tomar un moto taxi me permitiría llegar rápido a mi destino. Pero, ¿a qué precio?

"Son 150, y si quieres te devuelvo y coges el Metro a ver si vas a llegar". Con un mototaxista no se discute. Además todavía estaba pálido del susto al ver la intrepidez con la que sorteaba los retrovisores de los carros. Claro, le dio a un par en la vía, pero con solo mirar al conductor y decirle "¿te vas a arrechar diablo?", cerraba cualquier oportunidad al diálogo o al reconocimiento de deuda alguna por el daño causado.

8:30 a.m.- Le explico al jefe la causa del retraso, le muestro tuits de @CaracasMetro, de @Metro_Caracas, hasta de @HaimanVZLA. Ni puto caso. Para él, disfruto dándome ese baño de pueblo todos los días. Segundo llamado de atención en la semana, porque el primero fue cuando me vio ponerle azúcar al café. "Tómate eso así vale, ¿sabes cuánto gasta la empresa en azúcar? Y de paso no hay". 

Claro, si seguía consumiendo una cucharada de azúcar con el microscópico vaso de café que me sirvo, no iba a poder comprar su camioneta modelo 2016 (que la debe haber traído del futuro, porque ni idea como hace para tener un carro nuevo en un país con las ensambladoras paralizadas).

Pero bueno, todo sea por ese aumento que han pospuesto en dos oportunidades a la espera "que las condiciones estén dadas". El jefe está arrecho, no me habla.

10:30 a.m.- Y más que se va a arrechar. Hoy es el día que me toca para comprar productos básicos en el supermercado. No se todavía que voy a encontrar. Hay una cola y me meto de una, en el camino me dirán para qué es.

En realidad nadie sabe, sólo especulaciones. Leche en polvo dicen unos, café dicen otros. Mi mente comienza a recordar esas mañanas de café con leche y cereal para el desayuno. Todo un lujo reservado para el imaginario. Tres horas después, al llegar al final de la línea sólo había afeitadoras... algo es algo. Al menos me podré quitar la barba. No engaño a nadie con el discurso de "es la moda".

1:50 p.m.- Almuerzo caleta en la oficina. No, no porque lo prohiban. Es porque hoy llevé sólo arroz y vegetales. Carne no hay, pollo queda poco en la nevera y cuesta mucho. Prefiero reservarlo para ocasiones especiales. ¿Pescado? Recuerdo haber comido pescado hace años... había una gaita incluso de un tipo que los había comprado en el mercado porque el lomito estaba caro. 



No imagino que se comerían ahorita.

5:00 p.m.- Salida. No me quedo mucho tiempo por múltiples razones. No me pagan horas extras, no quiero que me digan jalabola, y las más importante... preservar mis bienes, entre ellos la vida.

5:10 p.m.- Mis esfuerzos fueron en vano. Al salir un motorizado me arrebató el teléfono con una habilidad única. Pensarán que estoy loco, pero se me hizo familiar incluso. Claro, el mototaxista de la mañana, que remata su faena robando teléfonos por las tardes. Ni modo, no puedo ni tuitear mi arrechera sino hasta mañana que regrese al trabajo, porque el ABA se cayó en la casa desde hace dos meses y CANTV como si la vaina no es con ellos.

7:20 p.m.- Finalmente llego a la casa. Le pedí el teléfono al carajo que me lo recostaba en la mañana, por lo menos para tenerlo como opción. Quizás pasado el día, después de tanto coñazo, me hacía falta algo de contacto humano. 

Cariñoso al menos, porque el lepe de mi esposa no fue normal al contarle que me habían tumbado el Blackberry. Para colmo, llegó visita y le tuvimos que dar las tres rodajas de jamón y las dos de queso amarillo que quedaba. 

Comería Perrarina, como dicen los "rojitos" que comíamos en la Cuarta, pero al perro en la primera que comenzó el peo económico lo dejamos subiendo hacia El Junquito. Estoy convencido que ahora está en un lugar mejor, comiendo de las sobras de las chicharroneras del lugar. ¡Qué envidia!

9:00 p.m.-  Cuesta conciliar el sueño. Claro, con el hambre que tengo. Dicen que para esas noches de insomnio, nada como una buena dosis de cama (si saben a lo que me refiero) para poder dormir.

Pero no hay condones ni anticonceptivas, así que "de aquello" nada.

11:15 p.m.- Paso los canales y veo Zurda Konducta. Hablan de los logros del Gobierno Revolucionario, y como en Venezuela somos más felices que nunca antes en la historia. 

Acto seguido le lanzo un zapato al televisor, con el suficiente tino y fuerza para tumbarlo de la mesa y se cae. Ahora sí, ¡estoy jodido!

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Epílogo

Esta es una historia real, le sucedió al amigo de un primo hermano del cuñado de una amiga que trabajaba conmigo.

Cuentan que el carajo se fue a Panamá. Nadie sabe realmente lo que hace, pero por Facebook coloca fotos de supermercados con los anaqueles full. Me imagino que estará pelando bola igual porque el carrito se ve vacío. Pero al menos con un teléfono para tomar fotos y publicar cosas, sin temor a que lo metan preso por tomar foto o lo maten por el aparato.

Quizás a eso se refería Lorenzo cuando decía eso de "cambiar unos problemas por otros...".

Unos dirán que exagero, pero, ¿en verdad exagero? ¿no es plausible que algo así le pueda ocurrir (o le haya ocurrido ya) a cualquiera de nosotros?

miércoles, 4 de marzo de 2015

Érase un matrimonio II



El lunes 20 de agosto de 2012 escribí un post titulado “Érase un matrimonio” http://asinostoco.blogspot.com/2012/08/erase-un-matrimonio.html. Aunque uno tiene pareja, realmente uno no “planifica” ni elige el cuándo se va a casar. Al menos uno el hombre no. 

Pasa que un día bajas la guardia y tu pareja te hace una de las preguntas más difíciles de contestar en la historia de la humanidad, casi al nivel del color del fulano vestido: “¿hacia dónde va esta relación? Para uno, la relación es algo estático. No va para ninguna parte porque no tiene patas, ni tiene adonde dirigirse.

Para las mujeres, las relaciones son seres vivos que nacen, crecen, se desarrollan y mueren de mengua como aquella canción de Arjona (qué pavosa referencia, pero bueno…) si no se les mantiene con los cuidados necesarios. Total, que la relación para ellas si tiene un “pa’ donde ir”. Y ese donde no es más que un altar, o mesa de juzgado para los que deciden no dar el salto completo.

En aquel escrito de 2012 decía que según el censo son cada vez menos las personas que se casan. Les puedo decir con certeza que los últimos dos meses antes del civil y hasta después del eclesiástico, las noches de sueño no eran más que un recuerdo. 

Todo inicia con los preparativos. Casarse no es fácil. No basta el amor. El amor debe estar soportado por cientos de miles de trámites burocráticos absurdos como la “carta de soltería”. Pasé 28 años de mi vida soltero, y el día que decido casarme, tengo que buscar un papel que de fe pública de que efectivamente soy soltero. Y no basta el papel, hay que buscar dos testigos que de igual manera certifiquen y den fe pública de que soy soltero. Como si ir a una notaría en Venezuela fuese un paseo por los jardines de Versalles.

Como las notarías siempre están full de gente que pasa por las mismas penurias que uno, realizando trámites inútiles que en otros países seguramente han evolucionado y se resuelven desde aplicativos móviles. Tienes dos opciones: regar la semilla de la corrupción, que es lo que mejor se da en suelo venezolano. O hacer las cosas “por lo legal” y dejar que se te pudra la vida.

Una vez “robado” por el funcionario público de turno, se cuadra todo lo relacionado a la firma. Olvídese de momentos novelescos. Ahí lo más bonito será en la noche cuando en la intimidad sellen su amor con una noche digna del Dallas Suites o del Aladdin en sus mejores tiempos. Eso es un trámite como firmar la compra-venta de un terreno o un permiso para viajar de menores. 

El funcionario mal encarado de turno le dirá todo lo que esté a su alcance para que sepa en el tremendo peo (problema para gente que lee desde otros países) que usted está asumiendo, “libre y voluntariamente”. Esto último lo pongo entre comillas porque… seamos honestos… ¿es “libre y voluntario” cuando te encierran y te preguntan “hacia dónde va la relación? La coacción es tácita.

Luego viene la preparación del bonito, el de la iglesia. Desconozco la historia en otros países, pero en Venezuela y porque seguramente es Venezuela, hay todavía más trámites y más burocráticos (y también más inútiles) que para casarse por el civil.

Yo no he leído la biblia, y si alguien lo ha hecho y me puede sacar de la duda… Pero no recuerdo que Jesucristo para curar a Lázaro le pidiera informe médico de la lesión sufrida, partida de bautismo debidamente visada, y desde luego el respectivo “baje de mula” (pago) porque en esta vida ni la bendición de Dios es gratuita (cosa que dije en aquel momento).

Lo más irónico de la historia, es que cuando usted sale de la iglesia, con la bendición del Señor… inmediatamente cae en el pecado en la fiesta cuando de entrada te ponen “la chapa que vibra”. Adiós a la santidad del matrimonio, bienvenido lo mundano de la vida cotidiana.

Llegar hasta la “hora loca” no ha sido un camino fácil. Pero ir en el trencito al ritmo de la mejor canción del repertorio de Ricardo Montaner, “Vamos negro pa’ la conga”, es una señal de triunfo. Es gritarle al mundo entero… “nos casamos nojoda… lo logramos”. Contra trámites bruocráticos, familiares insidiosos, ex novi@s celosos, festejos que te aumentan los precios de un día para otro y no te llevan las cosas a tiempo, contra la estadística, contra las amigas solteronas que sólo ven lo malo porque saben que matarán el despecho viendo una y otra “50 Sombras de Grey” mientras devoran cotufas y tequeños en el cine como si eso dependiera su vida… contra todo eso y más… “¡Vivimos y Vencimos!”.

Todo lo demás que escribí en aquel artículo, lo certifico. Es así… 

En aquel post terminaba diciendo; “Es válido preguntarse, ¿por qué en Venezuela hay cada vez menos matrimonios?”. Les respondo que no todas las parejas están listas para sobrevivir a lo que implica el simple hecho de las ceremonias.

En 5 años, les escribiré sobre la vida en pareja.

PD: Aunque mi esposa no es asidua lectora de mi blog, aclaro que lo antes expuesto es un relato fabulado y algo exagerado sobre las dificultades a la hora de celebrar un matrimonio. Mi matrimonio estuvo lleno de momentos complicados, pero que gracias a la infinita paciencia desarrollada tras años de sólida relación… pudimos superar. Ah, y lo más importante… fui libre y voluntariamente (sin comillas).

PD2: Si desea ver "cómo fue la cosa", aquí una muestra...