miércoles, 10 de abril de 2013

Érase un majunche (Desmontando el "Plan de la Patria"

Lejos estoy de ser un politólogo, o sociólogo. De hecho, hace unos meses el ya desaparecido Chávez me colocó a mí y otros 6 millones y pico de personas el calificativo de "majunche".

No me dí a la tarea de buscarlo, básicamente porque cualquier cosa que saliera de la boca del difunto hacia este lado era un insulto. Pero si me dediqué a buscar el conocido y mentado "Plan de la Patria", que presentó el finado ante el CNE y que como buen flojo, ahora Nicolás sin quitarle ni una coma volvió a introducir -y nos lo quiere introducir a todos los venezolanos, valga el chinazo-.

¿Con qué se come el "Plan de la Patria"? Bueno, tiene fundamentalmente cinco objetivos que, desde mi humilde opinión de majunche, desmontaré sin mayor esfuerzo porque lo único que se necesita para verle las costuras a este "plan" es sólo sentido común. ¡Comencemos!

1-Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado 
después de 200 años: la Independencia Nacional.

¿Independencia? Ja. Venezuela, antes de Chávez, era un país que exportaba además de petróleo otras materias primas como aluminio, bauxita, hierro... principalmente desde las Empresas Básicas manejadas por la Corporación Venezolana de Guayana. Los invito a darse una vuelta para que vean el cementerio industrial en el que se ha convertido la zona de Matanzas, lugar de asentamiento de las empresas de la zona.

Ahora el aluminio lo trae CVG Alcasa desde otros países para abastecer el mercado nacional. Sidor, fue expropiado al grupo Amazonia y convertido en la sombra de lo que un día fue. Además de un gran negocio para ciertos "rojos rojitos" que encontraron en el tráfico de cabillas una forma de meterse un "dinerito extra". Bauxilum quebrada, no puede pagar ni a los proveedores de alimentos para los comedores. Carbonorca en las mismas... además de muchas contrataciones colectivas vencidas que el Gobierno, que se hace llamar "del pueblo y obrerista" se niega a discutir.

Enriquecemos a los demás países comprando todo lo que antes, o lo que ahora, podíamos y podemos producir. Pero no contento con esto, el Gobierno se ha encargado de darle prioridad a los problemas de los demás países por encima de los nuestros. Cientos de millones de dólares se han ido para mejorar el servicio eléctrico en Cuba, Nicaragua, Ecuador... mientras nosotros todos los días sufrimos los embates de los apagones. Ni hablar de otras donaciones públicas que se han hecho a "nuestros hermanos", que además viven metiéndose sin descaro alguno en los asuntos propios del país.

Para nadie tampoco es un secreto la influencia de los hermanos Castro y lo más rancio del comunismo cubano en las grandes decisiones que se toman con respecto a Venezuela. ¿De qué independencia me están hablando? ¿De la que iza banderas extranjeras en bases militares venezolanas? Recordemos el bochornoso episodio de la 42 Brigada Blindada de Valencia.

Los chinos se llevaron el oro, como garantía de pago. Los cubanos tienen nuestras reservas misteriosamente desaparecidas tras la muerte del Teniente Coronel. 

¿Independencia?

2-Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, 
como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello 
asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad 
política y la mayor suma de felicidad” para nuestro pueblo.

Es curioso que mencionen lo del capitalismo. ¿Han visto el reloj de Nicolás? ¿las joyas de Cilia? ¿los viajes de las hermanitas Chávez? Con especial cariño recuerdo al "gordito" Carlos Escarra (también fallecido), saliendo de una tienda en Miami, con sus bolsitas y unos bermuditas. Un turista más, caminando por el imperio. Porque odian y se llenan la boca hablando mal del imperio... pero como les gusta ir para allá. 

Mayor suma de seguridad social dicen, cuando la cifra de homicidios todos los años se cuenta por decenas de miles. Los secuestros, los atracos a mano armada y a plena luz del día... no se puede hablar de seguridad social cuando la delincuencia campea a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Ah, que hablan de la otra seguridad social, la de las pensiones. Eso no es una concesión de este Gobierno. Es un derecho de todos los venezolanos. Punto.

Lo de la estabilidad política me parece un chiste de mal gusto, así como la mayor suma de felicidad posible. Venezuela ya es uno de los países más felices del mundo, pero créanme, no se lo debemos precisamente a Chávez y su combo de trogloditas.

3-Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo 
político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que
garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América.

¿Cómo? ¿Acabando con la empresa privada? ¿Promoviendo la flojera y los reposos en la administración pública y las empresas del Estado? ¿Importando todo? No podemos ser una potencia en lo social con tanta inseguridad a todos los niveles, no podemos ser una potencia en lo económico destruyendo la empresa privada y sin fomentar la inversión, y no podemos ser una potencia en lo político si no existe una independencia de poderes y cuando la corrupción galopa por TODAS las instituciones del Estado.

4-Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la cual tome 
cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del 
Universo y garantizar la paz planetaria.

Coño... no has garantizado la paz en esto 900 mil y pico de kilometros cuadrados que conforman Venezuela, ¿van a garantizar la paz planetaria? Y cuando no encuentro papel toilet en el supermercado, ¿de qué carajo me sirve la paz planetaria? Y cuando no encuentro pollo ni carne, ¿qué será que voy a comer? ¿paz planetaria a la plancha?

De paso, con la "maldición de Macarapana" y llamándonos majunches, etc... ¿así es que siembran la paz? Ya lo decía Benjamín Rausseo, Er Conde, "no molestan que nos crean pendejos, lo que arrecha es cuando están seguros".

5-Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana

¿Cómo? Insisto los malandros matan a cientos de los nuestros cada fin de semana... no son capaces de preservar la vida ni siquiera en Caracas... pero quieren "preservar la vida en el planeta". ¿Qué vaina es esta? ¿Es que acaso Venezuela no tiene problemas que resolver realmente serios? 

En estas cinco estupideces se basa el supuesto "Plan de la Patria", por el que mi hermana, algunos tíos, y otros tantos conocidos votarán este 14-A. Me pregunto ¿en qué piensan? O mejor, ¿realmente piensan?

Me tomo la libertad de pensar que no. Porque desde que Chávez está en el poder, los chavistas se han convertido en seres incapaces de pensar por sí mismos. De manera hipnótica se acostumbraron a decir sí, a todo lo que el líder les decía.

Y como les dijo "voten por Maduro", pues ya está. A la mierda el país, el progreso, la solución de nuestros problemas. Sigamos apoyando la corrupción, la destrucción, la inflación y la división que ha sembrado este proceso. Lo demás, no importa.

Pero creo que estoy a tiempo de cambiar aunque sea a una persona. Alguien que al leer esto reflexione, y vea el supermercado como lo veo yo... vacío. Que vea los bombillos como los veo yo, apagados. Que vea las empresas como las veo yo, paradas. Y que vea a Venezuela como la vemos todos los que no nos dejamos poner una venda en los ojos... Destruida económica y moralmente.

Un abrazo, y a votar este 14-A. Créeme, tu voto hace la diferencia.

lunes, 1 de abril de 2013

Érase una encomienda... (Carta abierta a Liberty Express)



Nunca había tenido la intención de comprar nada en Amazon. Primero, me parecía arriesgado –venezolano al fin que desconfía de todo y de todos- eso de estar colocando a un tercero números de tarjetas y otros datos. Segundo… ¿qué compraba?

Pero tras mucho escuchar experiencias felices de otros, decidí en mala hora destinar los míseros 400 dólares que el DESgobierno de mi país te da para hacer compras electrónicas. Porque, ojo, Venezuela es un país libre… hasta que se hable de dólares, o del propio Gobierno, o de educación, o de salud… en fin.

Mi primera sorpresa fue encontrarme con productos que, al cambio oficial, resultaban ser ridículamente económicos. Como carajito en bodega comencé a comprar tablets, juegos de video, equipos electrónicos y todo cuanto me alcanzara con los 400 dólares. Al final me restaron 50 dólares que decidí dejarlo para esperar a ver, que salía a mediados de año.

Al preguntar sobre cuál servicio era recomendable para que se hicieran cargo del traslado desde Estados Unidos hasta Venezuela, los amigos no dudaron en recomendarme uno “bueno y barato”, Liberty Express (LE).

En ese instante debí haber intuido dos cosas. Primero, en este mundo no existe nada “bueno y barato”. Lo bueno es costoso, porque está hecho con más calidad, más detalle y hasta más cariño. Poniendo un ejemplo práctico, no es igual una “masajista” que te cobre Bs. 300 la hora, a otra de Bs. 2.000. ¿Me explico?
Y lo segundo es que si yo presto un servicio “express”, no necesito decirlo en mi nombre comercial. McDonald’s tiene las mejores papas fritas y no se llama “McPapa’s”. Principio básico del comercio, si lo tiene en su nombre, no lo tiene en su servicio.

En dos días le fue entregada mi encomienda a LE. Ahí comenzó mi vía crucis, porque la asignación de guía tardó aproximadamente un mes. La excusa del momento fue que tenían muchos paquetes en la sucursal de Miami. Vale decir, una incapacidad manifiesta para manejar el volumen de clientes que tienen.

Luego me ilusioné cuando el estatus de mi encomienda cambió a “Traslado a Venezuela”. Sentía que ya la tablet la tenía en mis manos. Pero tenía que esperar porque pasara por la aduana de Maiquetía. Y hasta ahí llegó la historia.

Desde el 31 de enero, hasta hoy que escribo este correo, no ha salido de Maiquetía. Al menos eso me dice LE, cuyo único contacto que puedo realizar con ellos es a través de una muy triste página de Intranet. Los centro de ¿atención? telefónica, no los atienden. Les escribí un correo y no me respondieron, los insulto por Twitter y ni un RT.

Definitivamente se olvidaron de mi encomienda.

Comencé a hacer teorías. Desde las más optimistas, como que simplemente estaba en la receptoría y no habían actualizado su página. Hasta otras más rebuscadas, como que dentro de la urna de Chávez no estaba el Comandante, sino mis tablets y mis videojuegos, o que los trasladaban en el avión de Jenny Rivera.

De hecho esto es lo último que hago por reclamarle a LE mi encomienda. Ya estoy cansado, no tengo energías para decirle lo mucho que les deseo una diarrea con hipo a todos sus trabajadores, que son el non-plus ultra de la incompetencia y el mal servicio.

Escribo en nombre de los cientos que todas las mañanas se levantan, encienden su computadora para chequear la página de LE y encuentra su encomienda en el mismo estatus. A aquellos que depositaron su confianza en unos estafadores. A los que como yo, sueñan con un país mejor, libre de cupos Cadivi, y de empresas como Liberty Express.