miércoles, 5 de junio de 2013

Érase un (intento de) tiempo compartido...


Honestamente, no podía quejarme de absolutamente nada. Hasta ese preciso momento todo había sido excelente, y habían altas posibilidades que esos días se convirtieran en los más especiales de los últimos años. Pero el destino nos cambió la seña. A ver si me logro explicar.

Decidí que después de un año seguido de arduo trabajo, era momento de tomarme unos merecidos días de descanso. Y ¿a dónde vacaciona el que junto dos lochas pa' completar un real? Exacto, ¡Margarita!

Todo era un sueño. Sacado de alguna película de terror, pero de la primeros quince minutos que son la parte bonita de la historia. La comida, las bebidas, la gente, las bebidas, los paisajes, las bebidas. En fin, que como dije al comienzo... no tenía nada de qué quejarme.

Pero en la primera mañana, con el cantar del gallo y el sonido de los platos en el buffet, me tomaron por sorpresa. "Señor, ¿ya disfrutó de nuestro coctel de bienvenida?". Si notaron que repetí "bebidas" en tres ocasiones en el párrafo anterior, entonces entenderán que respondí con un rotundo y hasta molesto "-Nooooo... a mí no me dijeron nada de eso". 

Yo no lo sabía pero ya había caído en la trampa. En las redes tenebrosas y malintencionadas del "tiempo compartido". ¿Qué es un tiempo compartido? En términos teóricos un tiempo compartido consiste en el derecho de uso de una propiedad, por lo general algún tipo de alojamiento vacacional, durante un periodo determinado (Gracias Wiki).

En términos reales, es realmente un fraude. Es una obligación a cancelar una alta suma de dinero (realmente obscena suma de dinero) para algo que cuando lo quieras usar no vas a poder porque las reglas te la impone el que te vendió el tiempo compartido, y que luego te cansarás de pelear pero seguirás pagando por los siglos de los siglos, amén.

Todo comienza con un recorrido por lo más atractivo de las instalaciones. En ese momento te sientes un alto dignatario a quien llevan a realizar una inspección a una obra. En el camino sientes las miradas cómplices de quienes ya pasaron por ese trauma.

Luego te invitan a un "pseudo-sorteo" que nadie gana, pero que por sólo la ilusión de creer que vas a estafar al estafador te hace sentir mejor contigo mismo. A continuación un segundo personaje te lleva a un cuarto donde otros como tú también están siendo víctimas de laaaaargas charlas sobre las maravillas de este tiempo compartido en comparación con otros.

Para hacerlo más tentador, no falta el ofrecimiento de las bebidas. Seguramente con la esperanza de que el alcohol te haga hipotecar tus vacaciones por el resto de tus días. Ni pensar en cortar la conversación. Estos tipejos son hábiles en el manejo de la palabra, y no te dan la menor oportunidad de correr a la piscina a disfrutar de los juegos, y las instalaciones que ya pagaste.

Cuando el segundo se agota, porque ve que realmente no estás interesado, entonces llegan refuerzos. Personas contratadas para hacer de la pareja que tomó la mejor decisión de su vida al comprar un tiempo compartido. No falta el discurso de "nosotros nos íbamos a separar porque nuestras vacaciones eran aburridas, hasta que compramos un tiempo compartido", en el tono de los comerciales de teletienda.

Para terminar de "torcer el pescuezo" del inocente, entonces hacen que todos te den un aplauso de manera de que la presión social te haga firmarles un cheque de cientos de miles de bolívares. 

Una vez que todo les ha fallado, porque tu voluntad (o tu pobreza) son más fuertes, entonces prepárate. El resto de tus días de alojamiento serán los peores. Sentirás las miradas acusadoras de los empleados que saben que no les quisiste comprar el tiempo compartido, los barman te atenderán de mala manera, en el buffet te escupirán la comida.

Este post va dedicado a todas esas personas que, como yo, perdieron un día de estadía en un hotel escuchando las múltiples ventajas de ser estafados con un tiempo compartido. Y a quienes se prestan para estas prácticas... ¡Dios se apiade de sus almas!

2 comentarios:

  1. Las regulaciones mexicanas prohíben el ofrecimiento de obsequios,certificados vacacionales gratuitos o cualquier otra estrategia de promoción sin que se informe al consumidor el propósito específico de dicho ofrecimiento. Desconfíe de cualquier vendedor que aproveche su estancia en algún destino turístico para invitarlo a un desayuno o una estancia gratuita en algún desarrollo,
    sin decirle claramente que la intención es la venta de tiempo compartido

    ResponderEliminar
  2. El Tiempo Compartido es bueno para 8 de cada 10 Propietarios, los 2 restantes que no logran ajustarse a las Políticas de Uso de sus respectivos Clubes se encuentran en alguna de las siguientes situaciones:

    Uno de ellos tratará de Vender; Rentar; Regalar y en última instancia Cancelar su Membresía negociando con su Club, no podrá hacerlo y seguramente seguirá pagando su membresía Use o NO Use el servicio.

    El segundo ya trató de Vender; Rentar; Regalar y en última instancia Cancelar su Membresía negociando con su Club; no pudo hacerlo y decidió que no deseaba seguir malgastando su dinero; nos llamó y en 45 días hables en promedio su Contrato de Membresía quedo C A N C E L A D O.

    Línea 24/7: CDMX: 5536-6997 * México: 01 555 536-6997 * World Wide: +52 555 536-6997 * WhatsApp / LINE: 55 1358-1688

    ResponderEliminar